Nuevos canales de distribución

Actualmente está muy en auge el termino “social”, oímos hablar de redes sociales, social marketing, la web social… y desde hace un tiempo viene siendo habitual escuchar en el mundo del comercio electrónico el término: “Social Commerce”

¿Qué diferencias podemos encontrar entre E-Commerce y Social Commerce?
Las principales diferencias que existen entre ambos, es el lugar dónde se realiza la compra así como, cuál es el centro del proceso de compra.

En el e-Commerce la compra se realiza en una página web creada por la empresa, destinada a la venta de sus productos, por lo que el foco está puesto en sus productos y las ventajas que ofrece la empresa siendo una comunicación unidireccional (algunas empresas, para intentar mantener una comunicación más directa con los usuarios/clientes, incluyen chats).

En el caso del Social Commerce, el escenario es completamente distinto, la interacción con la empresa se realiza dentro de una red social, por lo que el foco se coloca sobre el usuario/cliente, pudiendo mantener una comunicación más directa con él, durante el proceso de compra. Los clientes pueden recomendar nuestros productos, publicar su compra en la red social o dar su opinión sobre los servicios y productos que tiene la empresa.

Teniendo en cuanta estas diferencias, creo que la mayor ventaja que ofrecen las tiendas sociales, es que son un escaparate abierto a miles de personas, permitiendo a la vez una comunicación directa con el cliente.
Internet, el mayor proveedor de servicios gratuitos: La gran mentira

Una de las ideas más extendidas en la sociedad actual es que en Internet todo es gratuito, ciertamente, hay miles de servicios que no requieren pagos económicos, no obstante, todo tiene un precio. ¿Cuál es entonces el precio de Internet?: La privacidad.

El problema de la privacidad en internet es un tema que preocupa a muchas personas y empresas. Realmente la cantidad de datos que compartimos es increible y esto no se limita a redes sociales, donde podemos llegar a ser más conscientes de que estamos exponiendo nuestra vida de manera voluntaria, también se da en los casos de registros a diversas webs. Actualemente hay cientos de webs que permiten que te registres con tus cuentas de Google, Facebook u otras redes, sin necesidad de crearte una cuenta en la propia página, por lo que ya estás aceptando que accedan a cierta información, que en principio sólo habías aceptado dar a Facebook, Google, Twitter… En estos casos creo que es cuando se es menos consciente de la perdida de privacidad.
Ahora bien: ¿Este pago es necesario?
Desde mi punto de vista, si quieres estar conectado y tener presencia en la web, no se trata de que sea un pago necesario o no, sino que es inevitable. Evidentemente podemos controlar en cierta medida, las medidas de seguridad de algunas páginas o no marcar la casilla de aceptación de las condiciones de uso, aunque sinceramente la gran mayoría de los usuarios la marcan de manera automática.
Se podría decir que para que las empresas no tengan acceso a tu información personal, es necesario evitar el uso de cualquier servicio de Internet, pero si tenemos en cuenta cómo está evolucionando la sociedad (acceso a periódicos digitales, marketing online, tiendas online…), es algo casi imposible de conseguir.